Almohadas
Almohadas hay de mil maneras, con formas anatómicas o sin ella, de diferentes materiales y durezas y grosores. La elección de la almohada, al igual que la del colchón, tiene que ser individual.
Cada uno tenemos nuestros gustos, nuestras preferencias, nuestras manías, y nuestras peculiaridades a la hora de dormir. Estas son adquiridas desde la cuna, que nos llevan a adoptar unas posturas en la cama, que solo nosotros conocemos y que por lo tanto, solo nosotros sabemos que “tipo” de almohada es la nuestra. Hay quien duerme de lado, boca abajo, o boca arriba, hay quien se la pone entre las piernas, y hay quien se la pone sobre la frente y necesita un peso determinado….No son mejores las viscoelásticas, aunque es cierto que se adaptan bien, ni son mejores el resto, si no nos van bien. Quien duerma bien con una de lana vieja y antigüa, pues esa es su mejor almohada, y no la tiene por qué cambiar cuando cambie de colchón.
- Las almohadas de fibra, un amplísimo abanico de posibilidades. En este grupo de almohadas, seguramente podremos encontrar la que nos guste, con la ventaja de que será la que menos calor nos dé, y además la podremos lavar.
- Las de látex. Son almohadas más bien altas aunque suaves, una buena elección si nos gustan así. Dan menos calor que las viscoelásticas y tampoco se pueden lavar.
- Las viscoelásticas. Almohadas muy adaptables y de distintas durezas y alturas. Dan más calor y no son lavables.
¿Cuál elijo? Hay que probar en la postura que vayamos a utilizar y a ser posible en un colchón como el nuestro, es la única manera.
En nuestras tiendas usted podrá probar lo más revolucionario en almohadas, una almohada de fibra con cuatro alturas diferentes para que elija según su morfología la que mejor se le adapte. Le tomaremos medidas para recomendarle cual sería en principio la más adecuada para usted. Disponemos también de almohadas especializadas para camas articuladas y camas geriátricas.
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